A modo de despedida

Finalizado mi primer año académico como futura Educadora Social y esperando ansiosa el verano, queriendo sol, playa, amigos y, ¿por qué no? una escapada a mi lugar favorito me despido de vosotros, me despido deseando volver por aquí, queriendo volver a escribir y leeros. Esperando que esta experiencia que comenzó como un trabajo de clase vuelva algún día a retomarse por mero placer y gusto de hacerlo.
Analizando el curso y sobre todo la experiencia con este blog, me quedo con los buenos momentos que me ha traído, con las pocas ganas de escribir que a veces tenía y lo ameno que se me ha hecho luego, con los conocimientos que he adquirido acerca de mi carrera y la formación en general que me ha proporcionado. No pensé que esto sería una manera tan amena de aprender; nunca imaginé que esto me traería tan buenos ratos pero, al fin y al cabo, no ha estado nada mal y tengo la costumbre de quedarme siempre con los buenos ratos, con las buenas sensaciones de todo lo que hago.
No ha sido un año fácil. Cambio de aires, de clima, cambio de carrera y sobre todo, cambio de casa. Por si no lo había mencionado, estuve estudiando en Sevilla Marketing e Investigación de Mercados, dediqué un año a estudiar algo que no me gustaba pero tampoco me arrepiento, conocí mucha gente, hice muchos amigos, amigos que estoy segura seguiré viendo, seguiré llamando y sobre todo, me llevo la experiencia de estudiar, en mi opinión, en una de las ciudades más bonitas que he conocido y seguro, conoceré.
Cuando empezamos con la asignatura de TIC pensé que el mundo, de un momento a otro, se me vendría encima, me preguntaba qué haría yo con todas las aplicaciones y los métodos de estudio que me proponía Rosa, no me veía capaz de llegar a fin de curso entendiendo una palabra de las que ella me decía, pero haciendo balance de todo lo que he aprendido, me siento satisfecha conmigo misma y con ella también, con lo fácil que al fin al cabo han resultado las nuevas tecnologías. Me siento orgullosa de las capacidades que he adquirido y sobre todo del ejemplo de superación que yo misma he demostrado tener. En cuanto al blog, cuando te lo proponen piensas que será un trabajo extra, que te quitará mucho tiempo y que encima no harás algo que te gusta, siendo sincera, ese pensamiento cambia cuando ves que poco a poco esto va siendo más tuyo, más personal, cambia cuando te das cuenta que gracias al blog estás mostrado sentimientos acerca de temas que un día normal seguro no hablarías. No es sólo elegir un tema y hablar de ello, cada semana tienes una nueva entrada, un nuevo rol y eso es lo que va haciendo que te documentes, que investigues... Y eso es lo que me llevo de esta asignatura, lo difícil que parecía al principio, y lo fácil que lo ha hecho Rosa.

Ahora que se acaba el curso creo que me llevo un buen sabor de boca, creo que he dado todo de mi, creo que me he esforzado en cada momento por conseguir las metas que yo misma me propuse al principio y sin duda, la ayuda y el compañerismo de mis integrantes de grupo ha sido imprescindible para llegar al final de esta asignatura. 

Al principio pensé que Cáceres sería volver atrás al sitio donde ya había vivido seis años consecutivos, si, aunque soy de un pueblo pequeño en el norte de Extremadura, estuve viviendo durante el periodo del instituto en un colegio de monjas, vamos, en un internado. Puede parecer antiguo o algo que ya no se hace pero, para mi, fueron seis años llenos de buenos momentos, convivía durante todo el día con las que para mi estaban siendo mi familia, me llevé amigas que más que amigas, ahora son como hermanas, y sobre todo, me llevo una experiencia que siempre recordaré con una gran sonrisa. Sin duda volvería a repetir algunos momentos mil veces más. Y ahora que llevo casi un año aquí, me quedo con esto, con este primer año y con lo que de verdad me gusta, estar estudiando algo que en un futuro me apasionará. 

Me gusta mi elección, me gusta el futuro que me depara, me gustan las perspectivas. Igual el camino no va a ser fácil pero estoy segura que merecerá la pena el esfuerzo, los días de estudio y las noches de flexo; sin duda, merecerá la pena todo esto en cuatro años para poder, el día de mañana, hacer lo que verdaderamente quiero, dedicar mis días a aquellas personas que lo necesiten. No tengo muy claro cual será el camino exacto, pero si me siento realizada habrá merecido la pena.

Espero que no sea un adiós, sino un hasta pronto.